Producción ilegal de carne que afecta zonas de conservación en Colombia

En días pasados un informe de la Agencia de Investigación Ambiental (AIE o EIA del inglés Environmental Investigation Agency) puso en evidencia que cadenas de supermercados en Colombia venden carnes obtenidas de hatos establecidos en áreas deforestadas del Parque Natural Serranía de Chiribiquete y el Parque La Macarena. Según una entrevista de Tatiana Rojas de El Tiempo a Deyanira Barrero del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), actualmente la Fiscalía no tiene un acceso completo a la información de los productores ubicados en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Aunque para la entidad es claro que la ganadería que está en los parques nacionales es ilegal y que por tanto no pueden expedirse guías de movilización para el ganado producido en dichas zonas, parece que aún no hay denuncias formalizadas sobre los predios con ganado ilegal en las áreas protegidas que están registrados por la entidad, aun cuando hay investigaciones y sanciones a funcionarios por actuaciones irregulares en esta materia. Mientras se estudian rutas jurídicas para suspender los predios pecuarios en las áreas protegidas, resaltan falencias de trazabilidad en el proceso productivo y denota la urgencia de una mayor coordinación en la actuación de las entidades de control. Conoce más detalles de esta nota en el vídeo publicado por EIA vimeo.

Esta noticia se suma a la ya publicada en marzo de 2021 por el Equipo de Forbes sobre una acción legal que indígenas de Brasil y Colombia han iniciado contra el Grupo Cansino, relacionado comercialmente al minorista colombiano Almacenes Éxito, por la deforestación en ambos países a causa de actividades pecuarias, ante lo cual el Grupo Éxito resaltó que da seguimiento a los predios ganaderos de sus proveedores; sin embargo, de acuerdo con reportes publicados por “La Pulla” de El Espectador, parece ser que de manera indirecta los predios ilegales suministran ganado a las entidades registradas como proveedoras de esta cadena de almacenes, para poder cumplir con las demandas de abastecimiento. Como efectos de ello, en el último período se han afectado más de 400 hectáreas de estas importantes zonas de conservación.

Mira la nota completa de La Pulla en:

Fuentes